domingo, 15 de enero de 2012

Los abogados sevillanos censuran las críticas vertidas desde los medios en contra de la sentencia del caso Marta del Castillo

Eva Casanueva y Antonio del Castillo valorando asuntos de la sentencia.


El pasado viernes, 13 de enero, salió a la luz la esperada sentencia dictada contra los imputados en el caso Marta del Castillo. Muchos medios, que se hicieron eco de ella cuando tan sólo llevaba segundos publicada, comenzaron a analizarla al detalle y a verter valoraciones acerca de lo que para muchos de ellos era una sentencia "totalmente injusta".

Deseosos de conocer lo que opinaban los familiares de la niña, los periodistas se pusieron en contacto con el abuelo, el tío y el padre para comenzar una riada de valoraciones sustentadas en los sentimientos de decepción, indignación y tristeza que plasmaban todos ellos. 

Este hecho parece no haberle gustado mucho a los abogados sevillanos que hoy mismo se han pronunciado censurando toda crítica contra la sentencia. Así, el decano del Colegio de Abogados de Sevilla, José Joaquín Gallardo calificaba de "grave irresponsabilidad" que diversos medios informativos, respaldados por la opinión pública, valoraran de forma "tan agresiva, sesgada e irreflexiva" la sentencia dictada por el juez. "Podemos discrepar de aquello que deciden los jueces pero en ningún caso es lícito desacreditar personal y profesionalmente a quienes integran un Tribunal de Justicia", ha afirmado el representante de abogados. También ha recordado a las partes afectadas por la sentencia que tienen derecho a recurrirla al Tribunal Supremo para que sea revisada. 

Este toque de atención por parte de los abogados sevillanos no ha agradado a los medidos que han justificado sus valoraciones en su derecho no sólo a informar sino también a interpretar la información que transmiten a la opinión pública. Este hecho demuestra una vez más que las relaciones entre Derecho y Periodismo son cada vez más incompatibles por los distintos tiempos que se manejan desde amabas profesiones para realizar los trabajos correspondientes. 

1 comentario:

  1. A mi me ha parecido también super mal, porque si no hay pruebas, no hay pruebas. Si no, corremos el peligro de que la presunción de inocencia y todos los valores que definen nuestro estado de derecho se vulneren y estemos desprotegidos y podamos ser condenados por simples sospechas sin pruebas concluyentes o viciadas.

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